viernes, 6 de septiembre de 2013

Nicolás Cabré confiesa que su hijita Rufina lo mata de amor

BY Unknown IN , , Comentarios


Pleno, relajado y algo emocionado. Así se muestra por estos días Nicolás Cabré. Motivos no le faltan: disfruta el día a día con Rufina, la hija que tuvo con China Suárez hace un mes y medio; estrena la próxima semana Sólo para dos, película del director español Roberto Santiago, que protagoniza junto a Martina Gusmán y Santiago Millán; y se prepara para comenzar a grabar en noviembre la nueva tira de Pol-ka, Mis amigos de siempre, en la que trabajará junto a Gonzalo Heredia, Juana Viale y Calu Rivero, entre otros. Sobre este presente que lo tiene encantado habló Cabré con Personajes.tv.

-¿Cómo vivís tu nuevo rol de padre?
-Rufina me tiene muerto de amor. Ella es lo más maravilloso. Todo cambió. Cuando uno deja de mirarse el ombligo, se da cuenta que la prioridad es otra y las cosas se empiezan a ver desde otro lugar. Todo eso que antes tenía que "ser ya" pasa a un tercer u octavo lugar. Y no se trata sólo del hecho de ser padre, sino de que mis viejos sean abuelos, mis hermanos sean tíos, mi novia sea madre. Es algo nuevo que voy descubriendo todos los días. Voy entendiendo por qué llora, qué necesita, de qué se ríe.

-El próximo 12 de septiembre, llega a la pantalla grande Sólo para dos , ¿qué pensás que puede enganchar a la gente de este film?
-La película plantea una mirada interesante sobre las relaciones de pareja. Si bien a todos los personajes les pasa más o menos lo mismo, se cuenta cómo vive cada uno su desesperanza, cómo le transmiten sus miedos al otro, cómo buscan ese no sé qué. Es una comedia que te puede hacer reír y también pensar.

-¿Se pretende cuestionar la idealización del amor?
-No es una comedia romántica. No todos los finales son felices. Y, aún así, ese puede llegar a ser el final más feliz para esa relación en particular. Es muy interesante porque se descontextualiza lo clásico. Cada espectador decidirá si se trata de un desenlace feliz o no.

-¿Qué opinás sobre el cine nacional?
-Falta apoyo, falta industria. Sin embargo, lo que se logra es maravilloso. Me enoja cuando se habla como si todas las películas fuesen lo mismo, cuando se compara cualquier cosa. Por ejemplo, cuando se hace una película de acción, para la que hay que romperse el alma durante años para conseguir el crédito, trabajar muchísimo para que las cosas salgan bien y después se la compara con Arma mortal. No se sabe valorar. Tampoco considero un halago cuando desde la crítica dicen "parece de Hollywood".

¿Qué películas argentinas te gustaron últimamente?
-Que existan las películas que hace Ricardo [Darín], la última de Guillermo [Francella], Corazón de León, o Metegol [de Juan José Campanella] es maravilloso, porque implican un esfuerzo muy grande. El argentino tiene que descubrir todo lo que se hace en el cine nacional y apoyarlo más para que crezca. De esa misma manera, se menosprecia a la televisión. Yo que trabajo desde los 10 años en esto y puedo ver el trabajo que se realiza, creo que es espectacular lo que se hace en el tiempo en que hay que hacerlo y con la calidad que se logra. Pero esto no pasa sólo acá, en España también se menosprecia la producción propia. Me gustaría darle a un director de Hollywood un millón de dólares y ver si hace una película como las que se realizan acá.

-¿Qué tiene que tener una propuesta laboral para que la aceptes?
-No hay una receta a seguir. No podría decirte que un proyecto tiene que tener tal y tal característica. A veces las cosas te sorprenden y es esa sorpresa la que inclina la balanza. Eso es el 70%.

-Tu personaje Mitch parece tener algunos rasgos del Pablo Marquesi de Son amores, ¿seguís apostando una misma fórmula para la comedia?
-No siempre lo que fue gol en el 2001, puede volver a funcionar. Hay cosas que se dan de casualidad. Hay que estar atento a lo que pasa naturalmente. No siempre podés improvisar. Roberto [Santiago] tenía muy claro lo que quería y no te ibas hasta que no salía como él te pedía. Podías repetir una escena un millón de veces. En Pol-ka, sí existe la posibilidad de decir "hagamos esto". Y así es como se desvirtúan las cosas. Por eso, no hay un método y la devolución de la gente no siempre es "me hacés reír".

-¿Qué te dice la gente en la calle?
-En general, la gente es muy cariñosa. Creo que tengo la suerte de abarcar varias generaciones, desde los nenes que me conocen por Los únicos hasta los más grandes que me vieron en ¡Atraco! No hay algo específico que me digan, depende del momento del país. Pero uno sabe que está acompañando al espectador, está comiendo a las 21 con el tipo que laburó todo el día y quiere ver algo que lo haga reír. Y que también está el que dice "sacá a este tarado que no lo aguanto más".


Fuente: La Nación

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